1950, Cuba: Llegó la televisión

Este 24 de octubre la Televisión Cubana celebra sus 69 años de fundada y reconoce a notables artistas del medio con el Premio Nacional de TV. También destacados trabajadores recibirán el Premio Pequeña Pantalla, a las 3:00pm en el Memorial José Martí. FELICIDADES a todos los que contribuyen con su labor diaria a que la Televisión sea cada vez mejor.

1950, Cuba: Llegó la televisión

Durante la primera mitad de la década del 40 en el siglo XX norteamericano, se inauguraron varias cadenas de televisión comerciales. En Cuba, repercutió muy pronto en el fuerte, vasto, concentrado y exitoso sistema de la radiodifusión comercial donde luego surgieron importantes grupos mediáticos nacionales. Lo potenciaron además, las íntimas y excelentes relaciones entre ambos países, firmas electrónicas norteamericanas, ejecutivos y empresas radiofónicas cubanas.

Paradójicamente, pese al rechazo de la cúpula radial a la primera demostración televisiva organizada en La Habana durante 1946 – clarinada precursora en Ibero América- fueron numerosos los empresarios de ese sector involucrados en los proyectos de traer la televisión.

La fundación de las primeras televisoras comerciales, en el entorno de la Industria Cultural regida por la Comunicación Comercial, implicaba para ejecutivos, empresas, productores y anunciantes asumir el costo y el riesgo inicial de un mercado inexistente que aun carecía de la suficiente tenencia de equipos receptores y de los potenciales consumidores de la programación regular donde se insertarían los anuncios. En su primera etapa la inversión era alta y la ineludible rentabilidad ni siquiera se vislumbraba. No obstante, en la segunda mitad de la 40 del pasado siglo, fueron muchos los incorporados a la carrera por la primacía televisiva, algunos con pasos concretos y otros ponderando posibilidades y peculiaridades mientras daban tiempo al fortalecimiento del mercado pues la televisión era precisamente eso, un negocio.

Como muchas veces sucedería en la historia mediática cubana, el ansia de revancha de algunos empresarios potenció su proyección y la ejecución de sus proyectos. Entre ellos, el español Gaspar Pumarejo Such[1] arraso con los pronósticos que designaban a los Mestre como ineludibles iniciadores de la televisión en Cuba. Sus contemporáneos cuentan que, al fundación de Radio Reloj por el Circuito CMQ, Gaspar reclamo infructuosamente a Goar, su paternidad y beneficios económicos asociados. Ante la negativa, renuncio como director de programación y en 1947, fundó UNION RADIO [2], aun careciendo de capital propio para su compra y operación. En 1950, cuando la planta estaba en crisis, hábilmente logro nuclear inversionistas, estrategia aplicada mas tarde en reiteradas ocasiones.

Nuestra primera televisora fue apoyada por la electrónica norteamericana RCA VICTOR. [3] Su audacia convirtió la residencia de sus suegros en instalaciones para la empresa televisiva [4] donde, de la noche a la mañana, surgieron sets improvisados, áreas de control maestro y de transmisión expuestas al ruido ambiental e incluso a las inclemencias del tiempo. No obstante, comenzó sus operaciones cuando solo contaba con tres cámaras de televisión. El Canal 4, UNION RADIO TELEVISION, se inauguro el 24 de Octubre de 1950, desde el Palacio Presidencial, por el entonces Presidente de la Republica, Carlos Prío Socarras.

La televisión fue un proyecto atractivo que tentó a hombres y mujeres de las más disímiles procedencias y profesiones. Aprendieron día a día sus misterios y asumieron el reto de lograr un sueño con recursos y tecnologías limitadas compartiendo el privilegio de ser fundadores. De aquellas prácticas, rutinas colectivas, saberes aprendidos y acumulados y figuras, se nutrieron las siguientes generaciones.

Cuba posee hoy uno de los mayores sistemas televisivos de servicio público en Ibero América y esta actividad ha devenido razón de vivir de miles de cubanos, entre los cuales me encuentro hace treinta años. Para los artesanos del audiovisual y el arte que engendraron esa mixtura de imágenes, sonidos, conceptos, formas, ideas y sentimientos; para los técnicos, obreros, especialistas y empleados que los apoyan; para los técnicos de Radio Cuba y para los televidentes que sintonizan nuestras señales televisivas en suelo cubano y allende los mares; nuestra gratitud. De todos ellos es la televisión, milagro cotidiano con el que sufrimos, disfrutamos y nos complacemos sabedores que nuestra obra, en complejo proceso de continuidad y ruptura, se enriquecerá con el continuo relevo generacional.

[1] Locutor , corresponsal radial, Director de programación en CMQ Radio, el mayor y mas potente sistema mediatico nacional, propiedad de los hermanos Goar y Abel Mestre Espinosa. Arrebato tambien la primacía al emporio, cuando a fines de los 50, fundo la primera planta con tecnología a color en nuestro país.

[2] Denominación tomada de una radioemisora madrileña.

[3] La misma que señoreaba en la radio nacional . Garantizó de forma gratuita el equipamiento tecnológico mínimo desactivado en televisoras estadounidenses a cambio de la prioridad en las ventas de equipos receptores en nuestro mercado.

[4] Sito en Mazón y San Miguel, en el Vedado capitalino.

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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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