El Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, analizó aspectos esenciales de la producción de alimentos al recorrer importantes programas agropecuarios en Camagüey
Camagüey, 26 ago.— Si hay un sector que ha sufrido avatares de todo tipo, ese es el de la agricultura: climatológicos, por la escasez de recursos, de índole organizativa y otros que han impedido al país autoabastecerse de productos agrícolas y tener que importarlos para garantizar sus necesidades más apremiantes.
Transformar de una vez por todas esa situación, sobre la base del máximo aprovechamiento de cada palmo de tierra y del empleo eficiente de los recursos materiales y financieros, es un objetivo estratégico que se materializa, no en planes y proyectos, sino en el hacer cotidiano de las unidades productivas.
Ese es, por tanto, el destino de los frecuentes recorridos de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido, por zonas de desarrollo agrícola del país, en los cuales dialoga con productores, reconoce las mejores prácticas y critica lo mal hecho.
En su reciente visita a esta provincia evaluó a pie de surco el desempeño de cerca de una decena de cooperativas de los municipios de Guáimaro, Sibanicú, Sierra de Cubitas y Nuevitas, en cuyos campos se concentra buena parte de los principales polos productivos del territorio.
Machado Ventura reiteró un asunto que no admite dilación: el incremento de los rendimientos agrícolas, a partir de la calidad de la semilla, el óptimo empleo de la maquinaria, el logro de poblaciones compactas en los sembrados y las atenciones culturales oportunas a las plantaciones.
«Aun en medio de serias limitaciones de recursos, estamos en condiciones de dar un salto productivo, si se hace en cada momento lo que corresponde, si no nos conformamos con lo mal hecho y enfrentamos con decisión la chapucería, el falso tradicionalismo y las prácticas incorrectas».
«Tenemos que sacudirnos en todas partes», dijo, al referirse a cooperativas que son ejemplo en aporte, eficiencia y diversificación de las producciones, mientras en otras, a veces separadas por una cerca, pululan el desorden, la indisciplina, el bajo aprovechamiento de la jornada laboral y las pérdidas económicas.
