Contramaestre, Santiago de Cuba, 3 abr.— Ante la necesidad del uso masivo del nasobuco para prevenir el COVID 19, en el taller de confecciones textiles Rodolfo Rodríguez Benítez de Contramaestre, se confecciona este aditamento imprescindible en la protección individual ante la pandemia que avanza globalmente.
De esta instalación ya salió un primer lote de cuatro mil unidades y en estos momento se trabaja en otros siete mil. En los almacenes se cuenta con los recursos materiales necesarios para acometer la tarea, priorizada por el gobierno cubano como parte del plan de prevención y control del coronavirus.
Aun cuando la inmensa cantidad del colectivo está conformado por mujeres con responsabilidades familiares, en este taller se mantiene el vinculo laboral casi el ciento por ciento. Solo unas pocas se han acogido a las medidas del estado que les permite irse a casa en medio de esta situación de salud. No obstante, se buscan alternativas para potenciar el trabajo a distancia, porque la estrategia es seguir produciendo.
La administradora del taller de confecciones textiles en Contramaestre, Margis Elena Cruz Fajardo, aseguró que en sus compañeras existe un elevado compromiso para garantizar los encargos que tengan que asumir como parte de la batalla que libra el país contra el COVID 19.
En el taller de confecciones textiles de Contramaestre se garantiza una parte de las mascarillas que se emplean en los servicios médicos de la provincia Santiago de Cuba. Los trabajadores de la industria hacen su parte en la batalla contra el COVID 19. Esta es una respuesta a la altura de la calidad patriótica que caracteriza a los cubanos y su carácter solidario en tiempos difíciles.
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Realizador de Radio (Locutor, director de programas y escritor) en ICRT