Santiago de Cuba, 18 sep.— Esta provincia cuenta con un fuerte movimiento agroecológico que mucho pudiera incidir para mejorar la coyuntura energética que vive el país.
Hoy, son cientos los hombres y mujeres que en la provincia Santiago de Cuba producen alimentos sanos sin el empleo de combustible. De hecho, la tracción animal usada por años por estos productores resalta de nuevo su protagonismo.
Este es el sentir de los campesinos que defienden esta noble práctica. A ello en el empeño trazado aprovechar al máximo el extensionismo para generalizar los buenos ejemplos con la finalidad de sumar más productores en este empeño que solo reclama voluntad, entrega y dedicación.
Vale significar que este movimiento es totalmente rentable. La poca inversión de demanda se recupera en un breve tiempo. Los productores agroecológicos generan cultivos sanos y protegen los suelos y el medio ambiente.
En la provincia hay buenos productores con una hoja de servicio envidiable en el impulso de este movimiento… Hoy valdría la pena mencionar a dos hombres que han entregado sus mejores años de vida a la agroecología.
Ellos son Rubel Zamora de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Rogelio Castellanos” de Palma Soriano y William Rondón de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Domingo Hernández”. Ambos fueron premiados recientemente en el evento provincial de Agroecología.
Rubel ostenta la Quinta Corona del Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar. Tiene su área de producción entre los espacios de varios edificios del reparto palmero “Nito Ortega”. Allí obtiene más de 20 productos.
Por su parte, William tiene una pequeña finca en la zona del Dajao del Poblado de Boniato. Es abanderado, igualmente del policultivo, al tiempo que potencia el ganado menor.
Por los aportes en el movimiento, Rubel y William integran la pequeña delegación santiaguera que asistirá el Séptimo Encuentro Internacional de Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo que se realizará en noviembre venidero de este año en La Habana.
Los campesinos reafirman su incondicional apoyo a las medidas adoptadas por la máxima dirección de la Revolución ante la coyuntura energética entregando más alimentos a la población con el empleo de las prácticas agroecológicas.