Balcón de Velázquez, su historia

Santiago de Cuba, 4 oct.— En esta urbe oriental se conoce como Balcón de Velázquez a la terraza ubicada en el centro histórico santiaguero, en las calles Mariano Corona y San Basilio; un mirador para contemplar el paisaje marino, el puerto Guillermón Moncada, la Alameda Michelsen y las barriadas aledañas.

Su nombre debió de ser Balcón del Adelantado o Balcón de Hernando de Soto, quien personalmente inició su construcción cuando llegó a esta ciudad como Gobernador de Cuba y Adelantado de la Florida, a finales de 1538. Santiago de Cuba era todavía Capital de la Isla. Cuando el Adelantado de la Florida vino a la ciudad, no existía fortaleza para defenderla y hacía más de 14 años que Diego Velázquez había muerto.

En 1532, al tomar residencia del gobierno, el licenciado Juan de Vadillo rindió un informe final y comentó sobre la situación en la bahía: «Yo hice un torrejón encima de la entrada, que viéndole los navegantes, vendrán derecho al puerto. No se ha hecho en él otra obra pública, sino un muelle que hizo el licenciado Zuazo cuando allí estuvo, sin el cual era muy difícil la carga y descarga por los muchos mangles y ciénagas que hay».

En el sitio donde se levanta actualmente el castillo de El Morro, posteriormente se erigió un torrejón de madera, utilizado durante varios años por los «velas», encargados de vigilar las naves que llegaban o pasaban cercanas al puerto y avisaban para evitar los ataques sorpresivos de los corsarios y piratas.

Después de muchos informes sobre la necesidad de la defensa de Santiago de Cuba, el 30 de marzo de 1539 el alcalde mayor, Bartolomé Ortiz, dio a conocer al Consejo de Indias que en esa fecha llegó a Santiago en compañía del Adelantado Hernado de Soto, quien comenzó la edificación de un baluarte en el puerto, «el mejor remedio contra los franceses», según sus propias palabras.

Los alzamientos de los indios, obligaron a parar muchas veces la obra, pues el dinero y los hombres dedicados a este objetivo, se desviaban para reprimir a los nativos de Baracoa, Baitiquirí y las zonas aledañas a Santiago de Cuba.

Ante tantas dificultades para concluir la fortaleza iniciada por Hernando de Soto, los propios vecinos hicieron «un reparo de madera y tierra».

Lo cierto es que fue lenta la terminación del rebellín, el cual quedó listo en la década de 1550. Se considera como el primer baluarte oficial de la ciudad y los santiagueros actuales lo denominan Balcón de Velázquez en memoria al fundador de las primeras 7 villas cubanas y del hombre que lo inició casi no se conoce su historia en la ciudad.

Actualmente, en este sitio se brindan actividades artísticas de diferentes manifestaciones como teatro, música y desfile de modas.

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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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