Cuando el 1ro. de enero de 1959 Fidel Castro Ruz, al frente de sus tropas, avanzaba sobre Santiago de Cuba, y su guarnición de unos 5 000 soldados, para dar inicio a la que quizá habría sido la batalla más cruenta y dura de la insurrección antibatistiana, le resultaba curioso y extraño escuchar por radio que en la ciudad el pueblo se encontraba en la calle con banderas del Movimiento 26 de Julio, dando vivas al líder rebelde y celebrando ya el triunfo revolucionario. ¿Cuáles fueron las circunstancias que conformaron una situación tan paradójica? ¿Cómo se consumó finalmente la victoria en la urbe oriental?