Por José Luis López Sado
La Habana.— Leñadores de Las Tunas venció 9×4 a Leones de Industriales y se ubicó a un juego de los líderes de la III Liga Élite del Béisbol Cubano, que inició sus terceras subseries particulares.
De visita en el Estadio Latinoamericano, la tropa del mentor Abeyci Pantoja desplegó ofensiva de 14 jits, con destaque para el intermedista Yunier Rondón, quien pegó de 5-3, con doblete y un remolque. Rafael Viñales y Nelson Batista empujaron a dos compañeros hacia el plato.
Ganó Alejandro Meneses, que lanzó 5.0 actos al compás de cuatro jits, incluido el primer jonrón de Yasmani Tomás, que propulsó dos anotaciones. Perdió Raymond Figueredo. En este juego hubo cinco errores.
Leñadores exhibe ahora saldo de cinco victorias y cuatro derrotas, por detrás de azules capitalinos y Tigres avileños (6-3), que también cayeron en esta fecha.
También como visitante, en el parque Guillermón Moncada, la tropa del piloto avileño Danny Miranda no pudo con el empuje de las Avispas santiagueras y cedió 5×8.
Por los locales, que conectaron 12 imparables y dejaron a11 corredores en circulación, destacó al bate su crack Yoelkis Guibert, que produjo de 4-3 con una empujada y ahora lidera a los bateadores con promedio de .576. Los lanzadores «felinos» concedieron siete bases por bolas.
Primera victoria de Carlos Michel Benavides, a pesar de admitir siete imparables en 5.0 innings. Salvamento de Jaime Pelegrín y fracaso de Leonardo Reyes. Este duelo dejó saldo de cuatro pifias.
Y Granma superó 9×2 en casa a Pinar del Río y se puso a dos juegos de la cúspide. Buen trabajo del ganador Sammy Benítez, que propinó cinco ponches en igual cantidad de capítulos, con apenas tres indetenibles permitidos. Segunda derrota de Mario Valle.
Este cotejo acogió la reincorporación del slugger granmense Alfredo Despaigne y cuadrangular de su compañero Julio Figueredo.
Tras estos resultados lideran Industriales y Ciego de Ávila (6-3), seguidos por Las Tunas (5-4). Luego aparecen Granma y Santiago de Cuba (4-5), en tanto Pinar del Río ocupa el sótano (2-7).
