Tal vez las circunstancias actuales sean igualmente apremiantes, aunque con matices diferentes a las vividas el 2 de enero de 1959, cuando Fidel Castro Ruz tomó la decisión de dirigirse en caravana hacia La Habana tras asegurar la victoria en la capital de Oriente.
Fue entonces cuando comenzó a establecer, pueblo por pueblo y ciudad por ciudad, los cimientos del apoyo popular a la revolución triunfante, tras la entrada de los nuevos mambises a Santiago de Cuba.
A 66 años de aquel acontecimiento, la Caravana de la Libertad, una estrategia esta vez más política que militar, comenzó en la mañana de este jueves a recorrer la misma ruta de entonces, conquistando nuevos corazones. En esta ocasión, siguen siendo los jóvenes quienes lideran el recorrido, acompañados por algunos de quienes tuvieron el honor de ser los caravanistas pioneros y seguidores del Comandante en Jefe.
En el entorno del parque Abel Santamaría en la Ciudad Héroe de Santiago de Cuba, previo a la salida de la caravana, un grupo de jóvenes recibió su carné de militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de manos de las autoridades políticas de la provincia, acto que refuerza el compromiso de la juventud vanguardista de Santiago de Cuba con la edificación del proyecto revolucionario cubano.
Como es costumbre, cientos de santiagueros se congregaron en el acto de inicio de la caravana en nombre del valiente pueblo cubano ondeando banderas cubanas y del 26 de Julio, mientras los muros del histórico Cuartel Moncada, en la emblemática Avenida de los Libertadores, seguían fungiendo como testigos de la fecha que evoca la memorable gesta del 2 de enero de 1959.
Al igual que hace 66 años, la caravana recorrerá más de 1000 kilómetros por la Carretera Central hasta la ciudad de La Habana, transmitiendo la certeza de que la revolución cubana, que desafió a la mayor potencia imperialista a tan solo 90 millas de distancia, continúa siendo irreversible, a pesar de todos los desafíos a que se expone.