En Santiago de Cuba, instituciones educativas desarrollan espacios de aprendizaje sobre el ahorro de energía para formar a los estudiantes como agentes de cambio en las escuelas, el hogar y la comunidad.
Ángel Adalberto Domínguez Quevedo, estudiante de sexto grado comentó que: «Me han enseñado que el aire acondicionado hay que encenderlo a partir de las diez de la noche y que debemos apagar las luces innecesarias».
«Como Patrulla Clip apagamos las luces innecesarias a partir de las 11 de la mañana hasta la 1 de la tarde en la escuela. Cuando los alumnos van al comedor apagamos las luces que estén encendidas o innecesariamente utilizadas y cuando termina la actividad docente apagamos los equipos de computación y otros que hayan quedado encendidos», así lo expresó Alliah Lianet Torres Alcolea estudiante de sexto grado.
Desde la docencia y la vinculación con la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía ONURE los estudiantes se apropian de conocimientos que les permitan generar una transformación en la sociedad.
Kamila Dalena Palacios Rodríguez, estudiante de noveno grado comentó que: «En las asignaturas de Educación Laboral y Cívica nos enseñan los dispositivos de mayor consumo para contribuir al ahorro energético tanto en la comunidad como en la escuela. También nos enseñan cómo evitar un cortocircuito y los diferentes tipos de empalmes que se utilizan para esto».
En Santiago de Cuba, pedagogos y especialistas forman a las nuevas generaciones con la convicción de que la educación es el arma más poderosa para crear y fundar.
-
Periodista
Ver todas las entradas