Santiago de Cuba, 18 mar.— El régimen especial de asistencia social en Santiago de Cuba prioriza la atención a los adultos mayores, a tono con el progresivo envejecimiento demográfico del país.
Alrededor del 12,5 por ciento de las personas en situación de vulnerabilidad beneficiadas con la asistencia en la provincia suroriental clasifican como ancianos, cifra en aumento por la longevidad característica de la nación antillana desde la década de 1970 del siglo XX.
Yiseilis Ferrer, subdirectora de Prevención, Asistencia y Trabajo Social en el territorio, detalló a la ACN que 15 mil 642 adultos de la tercera edad reciben cuidado institucional a través del Sistema de Atención a la Familia, casas de abuelos y hogares de ancianos.
Explicó también la existencia de personas mayores auxiliadas en sus domicilios por los asistentes sociales, debido a la convivencia con familiares que incumplen sus responsabilidades de resguardo y cuidado.
Ferrer destacó la relevancia del trabajo comunitario para detectar esos casos y el esfuerzo gubernamental, en aras de garantizar una vida digna a este grupo poblacional.
Durante la emergencia sanitaria por la COVID-19 y pese a las medidas restrictivas, los trabajadores del sector –lejos de suspender sus labores- reforzaron la protección a los mayores de 60 años, segmento etario más vulnerable a la enfermedad sistémica.
Comentó que el descenso de contagios permitió retomar el vínculo con la Cátedra del Adulto Mayor, auspiciada por la Universidad de Oriente, la comunidad católica San Egidio, las direcciones municipales de Trabajo y Seguridad Social y las Áreas de salud para el desarrollo de planes de bienestar en los barrios.
Para afianzar la prioridad que tienen las personas de la tercera edad en la sociedad cubana, desde el mes de febrero transcurre la consulta popular del Proyecto del Código de las Familias, propuesta de ley que es también defensora de los derechos e intereses de los ancianos. (Loraine Castillo De los Reyes)
