La Habana, 21 dic.— La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (Parlamento) en el VIII período ordinario de sesiones, correspondiente a su IX Legislatura, aprobó hoy el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para 2022, en presencia del General de Ejército Raúl Castro y el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel.
Entre los objetivos priorizados del Plan para el venidero calendario se encuentra el avanzar en el proceso de estabilización macroeconómica, en la recuperación del papel del peso cubano como centro del sistema financiero y en la racionalidad de los precios de los productos y servicios, priorizando los que resultan más sensibles para la población.
Además, se buscará estabilizar el sistema electroenergético nacional; atender priorizadamente a personas, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad; transformar el Sistema Empresarial Estatal; y descentralizar las competencias en función de una mayor autonomía en los municipios, para impulsar el desarrollo territorial.
En el caso del Presupuesto, establece la disposición de recursos financieros por más de 306 mil millones de pesos, los cuales garantizarán la continuidad de programas priorizados y las principales actividades económicas presupuestadas.
De acuerdo con Félix Martínez Suárez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos, para la actividad presupuestada se destinó el 73 por ciento (%) de estos recursos, enfocados a asegurar los programas y servicios básicos a la población, y de ellos Salud Pública y Educación dispondrán de 112 mil millones de pesos, acorde a la prioridad que tienen para el país.
Asimismo, el dictamen de la Comisión refiere que 11 mil millones de pesos serán para la realización de actividades culturales y deportivas, y 43 mil 600 millones de pesos se destinarán a la Seguridad y la Asistencia Social.
Resaltan, además, los casi 10 mil millones dirigidos a la ciencia, la tecnología y la innovación, de los cuales el 38 % se financian por el presupuesto y estarán enfocados fundamentalmente a la producción de alimentos, energía, biotecnología, industria farmacéutica y las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Para la actividad no presupuestada se propuso una importante reducción con relación al año anterior; no obstante, se prevén más de 39 mil 600 millones de pesos, en lo fundamental, para subsidiar productos y servicios como medicamentos, tarifa eléctrica, pasajes, leche, carne y compota para niños, entre otros.
Las inversiones y transferencias de capital contarán con 37 mil 572 millones de pesos, de los cuales el 73 % se destinan a las inversiones materiales y obras de infraestructura, entre las más importantes se encuentran 15 mil 689 viviendas, así como fuentes renovables de energía y programa de desarrollo hidráulico.
Los ingresos totales ascienden a 233 mil 274 millones de pesos y cubren el 76 % de los gastos totales, lo que evidencia la necesidad de continuar potenciando la búsqueda de mayor eficiencia económica en el sistema empresarial y nuevas fuentes de ingresos que incluyen las potenciales reservas existentes en la economía.
El impuesto sobre las utilidades y el rendimiento de la inversión estatal del sistema empresarial, como mayor aportador al presupuesto, supera los 63 mil 600 millones de pesos y representa un tercio del total de ingresos.
Los presupuestos locales ejecutarán el 44 % del financiamiento para la actividad presupuestada, donde se materializan los principales servicios destinados a la población, y para ello dispondrán de más de 116 mil millones de pesos.
A los programas como la Asistencia Social, Dinámica Demográfica para soluciones habitacionales a las madres con tres o más hijos menores de 17 años de edad, subsidios a personas con necesidades constructivas en sus viviendas y la transformación de barrios y comunidades en situaciones de vulnerabilidad, se destinaron más de nueve mil 300 millones de pesos.
Según la Comisión, al evaluar los destinos dados a los escasos recursos presupuestarios de los que se dispone, se consideró una adecuada redistribución del Presupuesto del Estado, que tiene proyectado un déficit fiscal ascendente a 75 mil 827 millones 400 mil pesos.
Este resultado, en las condiciones de la economía cubana, requerirá de todos los administradores del presupuesto el máximo de eficiencia en su utilización, reduciendo los gastos sin afectar su uso en los bienes y servicios que se produzcan y el mayor esfuerzo en la búsqueda de los ingresos que contribuyan a su disminución, subrayó el presidente de ese grupo de trabajo.
Agregó que en este empeño resulta esencial, en primer lugar, la búsqueda de reservas de ingresos de todos los actores económicos, el combate a la subdeclaración y la evasión fiscal, así como el máximo control de los gastos.
Las comisiones de Asuntos Económicos y de Asuntos Constitucionales y Jurídicos consideraron que, a pesar de la reanimación gradual que se proyecta en la economía para el próximo año, las condiciones a enfrentar para su materialización continuarán siendo complejas.
Esteban Lazo, presidente del Parlamento cubano, expresó que una tarea prioritaria para la Asamblea Municipal debe ser el análisis del presupuesto, pues hay que controlar su ejecución y es preciso dedicarle todo el tiempo necesario en aras de ganar en autonomía desde las comunidades.
En el debate de los parlamentarios la diputada Liliana Mengana Orozco, de Santiago de Cuba, ratificó que la economía es el pilar fundamental para el desarrollo del territorio y llamó a potenciar el trabajo del Poper Popular en ese sentido, a concentrarse en la producción de alimentos y continuar aplicando la ciencia y la innovación, así como garantizar de manera eficiente el control interno.
Danhiz Díaz Pereira, del capitalino municipio de Marianao, insistió en la necesidad de establecer y fortalecer convenios entre los Organismos de la Administración del Estado y las universidades, como una oportunidad para aprovechar la formación profesional y ofrecer una fuente de ingresos a los estudiantes mediante su empleo a partir de la demanda.
Asimismo, llamó a seguir avanzando en el desarrollo económico y corregir deficiencias en el sistema empresarial, pues existen cuestiones que no son responsabilidad de la pandemia de la COVID-19 ni del ordenamiento económico.
Por su parte Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, señaló que las políticas y transformaciones aprobadas deben tener un acompañamiento permanente para que no se desvirtúen, y enfatizó en la importancia de incrementar la eficiencia empresarial para mejorar ingresos y salarios.
Dijo que las utilidades no pueden destinarse solo a salarios, sino que debe invertirse en otros renglones que contribuyen al funcionamiento empresarial, y que la productividad del trabajo no debe verse solo en el sector empresarial sino también en el presupuestado.
Feitó Cabrera llamó a potenciar el teletrabajo y el trabajo a distancia, aún insuficiente, y dijo que no puede verse como una modalidad en tiempos de contingencia.
Gladys Bejerano Portela, Contralora General de la República, llamó a una mayor combatividad ante el delito, la corrupción, las indisciplinas y las ilegalidades, mientras Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, instó a que los trabajadores sean partícipes de las oportunidades que tienen para aportar a la economía y reconocerlos cuando se logre.
Guilarte de Nacimiento destacó la importancia del proceso de información en la base del plan económico para 2022, y de desagregarlo en tiempo y forma por los organismos y entidades.
Inés María Chapman, vice primera ministra de la República, resaltó la necesidad de emplear la ciencia y la innovación para dar respuesta a los problemas de las localidades y así buscar soluciones que se articulen al presupuesto.
Otras opiniones se refirieron a la urgencia de elevar la eficiencia en la contabilidad de las entidades, que muchas veces continúan trabajando con normas desactualizadas, para ser capaces de responder al pedido de la dirección del país con análisis económicos serios y coherentes.
