Santiago de Cuba, 10 oct.— Las flores de octubre en forma de ofrendas enviadas por el Primer Secretario del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el General de Ejército, Raúl Castro; el titular de la Asamblea Nacional, Juan Esteban Lazo Hernández, y el pueblo de Cuba, fueron colocadas, en la mañana de este domingo, ante los mausoleos funerarios erigidos al Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, y al Héroe Nacional José Martí, a propósito del aniversario 153 del inicio de las gestas independentistas, un día como hoy pero de 1868.
Al tributo, en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, asistieron las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio, Lázaro Expósito Canto y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente, acompañados por el General de Brigada Ricardo Rigel Tejeda, jefe del Ejército Oriental. Asimismo, cumpliendo con los protocolos sanitarios para evitar contagios por Covid-19, se dio cita en ese lugar una representación del pueblo de esta suroriental provincia.
Hasta las tumbas de la Madre de la Patria, Mariana Grajales y del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz también llegó el homenaje. Precisamente este último, al conmemorarse el centenario de la gesta, en 1968, destacó la unidad de acción y pensamiento que ha caracterizado al movimiento insurreccional cubano, nucleado en una sola Revolución iniciada por Céspedes en la finca La Demajagua.
«No hay, desde luego, la menor duda de que Céspedes simbolizó el espíritu de los cubanos de aquella época, simbolizó la dignidad y la rebeldía de un pueblo -heterogéneo todavía- que comenzaba a nacer en la historia. Fue Céspedes, sin discusión, entre los conspiradores de 1868 el más decidido a levantarse en armas», apuntaba Fidel en aquella ocasión.
En esta fecha de gran trascendencia para la historiografía de la Mayor de las Antillas, actos de recordación a Céspedes y a la pléyade de patriotas forjados en la manigua redentora, se repetirán por todo el país, y fuera de este, para patentizar que en las actuales condiciones, marcadas por el más cruel asedio del imperialismo, permanece encendida la llama de la libertad y la dignidad plenas, además de la voluntad inquebrantable de «tender un brazo amigo y un corazón fraternal a los demás pueblos», como manifestara el iniciador. (Yunier Sarmientos Semanat)
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Periódico del Órgano Oficial del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en Santiago de Cuba.