El servicio meteorológico nacional pronosticó la alta posibilidad de aguaceros y consecuentes riadas en las ciudades de Xinyang, Zhumadian, Zhoukou, Shangqiu, Kaifeng, Puyang, Xinxiang, Hebi y Anyang.
Ello podría tensar más la situación de la provincia, pues desde el pasado día 16 está en contingencia porque un temporal sin precedentes ocasionó al menos 69 muertos, más de 11 millones de damnificados y elevadas pérdidas económicas.
Este lunes comandos militares lograron –tras 80 horas de trabajo- sellar la rotura de un dique alrededor del canal Gongqu que anegó la urbe de Xinxiang con la subida de las aguas hasta los tres metros de altura.
También continúa en la capital provincial, Zhengzhou, el drenaje de un túnel sumergido casi por completo y del cual se sacaron seis cadáveres más 247 vehículos atrapados en su interior.
Por otro lado, el tifón In-Fa azota zonas del oriente de China con aguaceros torrenciales, vendavales y tormentas eléctricas luego de tocar tierra por segunda vez en la provincia de Zhejiang.
Autoridades de esa y otras demarcaciones como Shanghái, Jiangsu y Anhui evacuaron hacia sitios seguros a millones de ciudadanos, suspendieron la producción, comercio, actividades al aire libre y la transportación marítima, aérea y ferroviaria, incluido los servicios de metro.
El foco de atención serán las áreas costeras porque se esperan olas de hasta 10 metros de altura, aparte de acumulados de 350 milímetros de precipitaciones en poco tiempo y enormes escurrimientos de agua desde las montañas de Zhejiang y Anhui.
Ciudades como Ningbo y Zhoushan levantaron diques con sacos de arena para contener las riadas.
Según los especialistas, In-Fa se mueve lento, sus bandas nubosas son amplias y tienen suficiente vapor de agua para descargar abundantes precipitaciones.