Llegamos juntos, sobreponiéndonos a toda adversidad
Santiago de Cuba, 22 jul.— Sin importar escenarios y circunstancias complejas continuamos siendo esa gran y heterogénea familia, integrada por los que a diario entregan tiempo, arte y vida en los estudios y recintos de nuestra institución.
Nos impulsa el privilegio de formar parte de una historia con hombres y mujeres que soñaron con alma y corazón la televisión de Santiago de Cuba a finales en julio de 1968.
Era rebelde entonces su motivo fundacional, hoy lo sigue siendo con caminos y derroteros nuevos que demandan convicción, entrega y renovación de pensamientos.
Algunos de los que concretaron la utopía ya no están a nuestro lado, otros nos acompañan con su sabiduría y consejos en el quehacer cotidiano.
Pero la verdad inamovible es que la acumulación de esas experiencias, con aciertos y desaciertos, con batallas ganadas o por vencer, es lo que legitima una historia de crecimiento y expansión que hoy abraza cada rincón de la provincia con la misión perpetua de sacar a la luz la realidad y la verdad de nuestro pueblo.
Tele Turquino siempre tendrá los valores añadidos de su entorno. Por eso hoy más que nunca, para entender nuestros fundamentos, tenemos que comprender la energía que deberá fluir permanenetemente entre la televisión y los habitantes de este territorio de #SantiagodeCuba con infinidad de atributos.
A los santiagueros también les saludamos porque todo lo que somos y aspiramos como entidad, nace de ellos y es por ellos.
Las vivencias que acopiamos cada día en intercambio directo con nuestra gente, y todo cuanto aprendemos mientras un lente capta proezas o anhelos, son las herramientas que nos allanan el sendero para ser cada vez más empáticos, verídicos, sensibles, objetivos, familiares y respetuosos de una sociedad plural y diversa.
Apegados a los principios de esta #Patria y esta #Revolucion que sentimos nuestra y cercana, miramos a un futuro que demanda más interactividad, retroalimentación, multimedialidad y movilidad en la creación artística. Hacia ahí deben estar enfocados nuestros desafíos. Mover nuestra mente en función de las exigencias de los nuevos tiempos y las disímiles realidades que definen a Santiago de Cuba.
Lleva una carga de responsabilidad marcada por la premisa de que todo cuanto hacemos tiene un inestimable simbolismo en los demás.
A este equipo, a los miembros de esta familia, gracias por construir, soñar, crear, y entregar una porción de sí mismos a esta aventura colectiva.
Es una tarea dura, nadie lo niega, no excenta de tropiezos y sacrificios, pero ser la imagen de un pueblo como el de Santiago de Cuba es una obra siempre en construcción, donde quienes aman la televisión encontrarán sus gratificaciones.
