La Habana, 10 oct.—Cuando aún era grande la incertidumbre ante la amenaza de la COVID-19, partieron, a la isla hermana de Martinica, apenas 15 profesionales cubanos de la Salud. ¿Cómo se explica que tan pequeño grupo haya atendido a 4 161 pacientes y participara en 199 operaciones quirúrgicas?
Solo la solidaridad, puesta a merced de los pueblos, expresión mejor de la hermandad que une a Cuba y a las naciones del Caribe, puede decir las razones. Integrados al Contingente internacional Henry Reeve, cumplieron ejemplarmente la encomienda que les dicta el altruismo, y este viernes, tres meses después, regresaron a su Patria, henchidos de un orgullo grande por haber sido primeros en dejar, en Martinica, una obra de tal magnitud.
Precisamente por realizar esa experiencia primera de la Medicina cubana en el territorio francés de ultramar, el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel, al darles una bienvenida virtual, calificó la labor de la brigada como un hito de colaboración médica de la Mayor de las Antillas.
Los lazos conocidos que las atan, como una casta geográfica, a ambas islas del Caribe, trascendieron con los doctores cubanos todo lo cultural, lo histórico, lo étnico, para afianzar, en la dimensión superior del hombre al servicio del hombre, el vínculo inconmensurable de lo humano.
DÍAZ-CANEL Y EL PRESIDENTE DE KENIA CONVERSAN SOBRE ESFUERZOS PARA EL REGRESO DE MÉDICOS SECUESTRADOS
Precisamente en virtud de la preocupación constante de Cuba hacia sus profesionales de la Salud en el mundo, el Presidente Díaz-Canel conversó telefónicamente con su homólogo de Kenia, Uhuru Kenyatta.
Al calificar el diálogo de provechoso, el Jefe de Estado detalló en Twitter que intercambiaron sobre temas de la agenda bilateral, asuntos multilaterales y ratificaron la voluntad de continuar trabajando juntos para lograr el regreso seguro a la Isla de los dos médicos cubanos secuestrados hace más de un año. (Yenia Silva Correa)