Santiago de Cuba 13 sep.— En los últimos tiempos y debido a los problemas seriamente económicos que deja la pandemia del SARS CoV-2 en todo el mundo y en nuestro caso sumando el imperante bloqueo a nuestro país, que impide la importación de determinados recursos, se escucha hablar de la necesidad de abonar las plantas en la agricultura con elementos orgánicos.
No es nada nuevo ni extraño, recurrir a esos procedimientos naturales que siempre tuvo a mano el campesino, para desarrollar su agricultura en la siembra y la crianza de animales de corral.
Y añado a esto que en muchos países con posibilidad de fertilizantes químicos y otras técnicas de desarrollo para los sembrados, lo ecológico es lo mas demandado y hasta se lanza como marketing en la propuesta de ciertos productos con mejores precios al ser productos con abono orgánico.
El abono orgánico se logra cuando se degradan residuos orgánicos de origen animal como lo es el estiércol o de origen vegetal cuando se mineralizan los restos de cosechas, tal tratamiento aporta nutrientes incrementando la actividad microbiana de la tierra.
Los abonos orgánicos elevan la temperatura del suelo favoreciendo la formación y desarrollo de raíces, por tanto, mejora la nutrición de las plantas. Cuando disminuye la materia orgánica en los suelos los vuelve fríos y eso los afecta en sus características químico naturales
El uso de abono orgánico en las cosechas ha aumentado mucho, debido a la demanda de alimentos frescos y sanos para el consumo humano, poblaciones enteras rechazan el uso de químicos que a la vez que elevan la producción de las mercancías agrícolas, producen e incrementan afecciones en las personas que con sumen esos alimentos.
Los fertilizantes orgánicos permiten aprovechar los residuos orgánicos que de otro modo serian desechos en medio de la naturaleza A la vez estos fertilizantes aumentan la actividad microbiana del suelo ayudando a recuperar la materia orgánica perdida con los años de explotación, favoreciendo la retención de nutrientes y permitiendo la fijación de carbono en el suelo muy útil para colaborar en la absorción del agua por las plantas Y sobre todo, el trabajo con fertilizantes naturales, ecológicos u orgánicos como desee llamarles es menos costoso y de mas fácil elaboración.
Existen varios tipos de abonos orgánicos, que se diferencian por su forma de preparación, materiales empleados, tiempo de elaboración y forma de aplicación, ejemplo tenemos los abonos sólidos como el compost que no es mas que la descomposición de materia vegetal o desechos orgánicos.
También el importante humus de lombriz que es materia orgánica descompuesta por lombrices y que a la vez con su movimiento en la tierra permiten mayor oxigenación de las raíces No descartar las cenizas, porque estas si proceden de madera, huesos de frutas u otro origen completamente orgánico, contienen mucho potasio y carecen de metales pesados y otros contaminantes.
Cuando finaliza un ciclo de cultivo vegetal, generalmente de frijoles, estas ramas se cortan y dejan descomponer en el propio campo a fertilizar, a eso se llama abono verde En resumen dejar materia vegetal muerta, sirve de colchón para protege el suelo del sol y ayuda a mantener la humedad. Al final se descompone y es el mejor abono a favor de la ecología, por tanto sin achicarnos porque la economía no puede importar abono, nosotros desde hace mucho tiempo hemos resuelto con ingenio y creatividad y eso es mejor calidad de vida. (Santiago Carnago López)
