Londres, 1 feb.— El Reino Unido inició hoy una nueva era, tras abandonar la Unión Europea (UE), un bloque al que estuvo ligado durante 47 años, y con el cual buscará ahora negociar su futura relación comercial.
El histórico y controvertido divorcio, que se hizo efectivo anoche aquí a las 23:00 hora local (medianoche en el continente), se vio marcado tanto por celebraciones como por manifestaciones de pesar y tristeza.
Por un lado, los partidarios del Brexit se reunieron en plazas y bares del país para vitorear la concreción del resultado del referendo de 2016, cuando el 52 por ciento de los británicos votó a favor de abandonar la UE.
En Londres, por ejemplo, la céntrica Plaza del Parlamento, escenario de no pocas protestas a favor y en contra de la ruptura, se convirtió en el cuartel general de los «leavers» liderados por el populista Nigel Farage, fundador del Partido del Brexit.
Para los detractores de la salida, conocidos como «remainers», fue un día de luto, y así lo proclamaron en las vigilias con velas, las procesiones y los mensajes que enviaron a sus ahora exaliados europeos, a quienes les aseguraron, no obstante, que más temprano que tarde, el Reino Unido volverá a la UE.
Una hora antes de la partida, el primer ministro Boris Johnson dirigió un mensaje a la nación desde su residencia oficial en el número 10 de Downing Street, en cuya fachada se proyectó un haz de luz en forma de reloj en conteo regresivo hasta las 11:00pm.
En tono conciliador, el gobernante conservador, quien a su llegada al poder en julio pasado dijo que prefería estar muerto en una zanja antes de fracasar en concretar el Brexit, instó a sus conciudadanos a pasar la página de las divisiones y discusiones, y unirse tras su gobierno.
Nuestro trabajo como gobierno, mi trabajo, es unir a este país y hacerlo avanzar, aseveró Johnson, quien le aseguró a sus conciudadanos que este no es el final, sino un comienzo para el Reino Unido.
Este es el amanecer de una nueva era, recalcó Johnson, quien repitió sus promesas electorales de acabar con las desigualdades entre las ciudades, e incrementar las inversiones en salud, educación, infraestructura y lucha contra el crimen.
El Primer Ministro también señaló que ahora que el Reino Unido podrá actuar y pensar de forma independiente, su política exterior en áreas como derechos humanos, medioambiente, educación y libre comercio también saldrá fortalecida.
La salida del Reino Unido de la UE no traerá cambios significativos a lo inmediato, pues a partir de este sábado inicia un periodo de transición de 11 meses, durante el cual, ambas partes intentarán llegar a un acuerdo sobre su futura relación comercial.
Mientras tanto, Londres continuará pagando sus cuotas a Bruselas, y el libre movimiento de personas desde y hacia el continente seguirá en vigor.
Las licencias de conducción todavía serán válidas a ambos lados del canal de La Mancha, al igual que las pólizas de seguro médico.
Los únicos indicios visibles del divorcio serán las sillas vacías de los parlamentarios británicos en la Eurocámara, la ausencia de los representantes del Reino Unido en las cumbres europeas, y el cierre del departamento del Brexit creado por el gobierno después del referendo de 2016.
