Teherán, 13 abr.— Más de 20 días y el azote de las lluvias e inundaciones continúa hoy en Irán que enfrenta las dificultades de las prohibiciones estadounidenses de recibir material y equipamiento de rescate.
La política de la Casa Blanca congeló todas las cuentas de la Sociedad de la Media Luna Roja, lo cual impide la llegada de ayuda del exterior, incluidos helicópteros para los socorristas.
Se trata de un crimen sin precedentes, según el presidente iraní, Hassan Rouhani.
Los rescatistas aseguran que el país sufre una de las peores inundaciones en décadas, y lo peor, hay pronósticos de más lluvia.
El Gobierno ordenó la evacuación de decenas de miles de personas residentes en Ahvaz, capital de la norteña provincia de Juzestán, una de las más dañadas por el diluvio. Las primeras inundaciones se registraron el pasado 19 de marzo en zonas norteñas, pero desde el 1 de abril las provincias de Kermanshah, Ilam y Lorestán corrieron igual suerte.
En un informe reciente, el director de los servicios de emergencias, Hosein Kolivan, situó en 77 la cifra de muertes, en mil 76 la de heridos y pérdidas valoradas en miles de millones de dólares.
