Moscú, 15 mar.— Rusia denunció hoy el aumento inusitado de la concentración de tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerca de sus fronteras, al pasar en dos años de 25 mil a 40 mil militares.
De acuerdo con el vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional ruso, Mijail Popov, ese incremento corresponde a las tropas de respuesta rápida, creadas en su momento por la OTAN.
El funcionario ruso se refirió en ese sentido al despliegue en la zona de las antiguas repúblicas soviéticas con costas en el mar Báltico de varios batallones reforzados de un grupo táctico multinacional, con mil uniformados por cada uno de ellos.
Además, Popov mencionó la aplicación de la táctica propuesta por Estados Unidos de tres más 30, es decir, preparar para su empleo a 30 batallones mecanizados, 30 escuadrillas de aviones y 30 buques de guerra, en un plazo de 30 días.
El vicesecretario señaló que la alianza atlántica recupera una vieja usanza de la Guerra Fría, cuando Washington y Ottawa enviaban a Europa refuerzos directos para el despliegue de grandes agrupaciones aliadas de tropas cerca de la frontera rusa.
La OTAN crea, sobre la base de una división danesa de infantería mecanizada, el estado mayor multinacional ‘Norte’ para actuar en el flanco oriental, alerta el funcionario del Consejo Nacional de Seguridad.
Según medios de prensa, un grupo operativo de la citada división danesa se desplegó en la localidad letona de Alayi desde el pasado día 8.
Al respecto, el jefe del Comando de Tropas Estadounidenses en Europa, general Cortis Skaparrotti, estimó en su momento necesario involucrar a fuerzas adicionales para contener a Rusia, como parte de una Iniciativa de Defensa Europea.
Las afirmaciones del mencionado general norteamericano son una mala señal y pueden ser una tendencia negativa, declaró el vicejefe del comité de Relaciones Internacionales del Consejo de la Federación (senado ruso), Vladimir Zhabarov, quien afirmó que ello aumenta el peligro de conflicto.
Polonia, que junto a Letonia, Lituania y Estonia encabezan la campaña rusofóbica en Europa, propuso con anterioridad la disposición de acoger en su territorio a una división blindada norteamericana y pagar por su mantención dos mil millones de dólares anuales.
Las referidas naciones del este europeo lanzan una campaña mediática en la que sitúan a Rusia como una amenaza para la región, lo que también busca justificar un aumento de los gastos militares de las naciones europeas, tal y como lo exigió Washington en su momento.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, tras su victoria en 2016, la exigencia de Estados Unidos a los europeos para gastar más en la esfera bélica aumentó considerablemente, destacan medios de prensa locales.
