Ciego de Avila, Cuba, 24 dic.— Los habitantes del poblado cubano de Punta Alegre, al norte de esta ciudad, celebraron sus tradicionales parrandas, fiestas populares que arriban a sus 105 años y reconocidas como Patrimonio cultural de la humanidad.
Ubicado en el litoral norte de Ciego de Avila, la comunidad pesquera, festejó el fraternal encuentro entre los barrios El Yeso y la Salina, con la exhibición de las dos majestuosas carrozas y el lanzamiento al aire de los coloridos fuegos artificiales.
Las parrandas, surgidas hace más de 200 años a la región central de Cuba, fueron registradas recientemente por la Unesco como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, por constituir una tradición sociocultural de gran participación popular.
Las carrozas son uno de los elementos claves en las fiestas, con un predominio temático en sus construcciones artesanales-escultóricas que reviven mitos y leyendas, con emblemas y símbolos de cada barrio.
También componentes importantes de dichas festividades son la pirotecnia y los contagiosos changüíes, que llevan implícito cualquier iniciativa, aunque siempre conservan la conga como baile representativo.
Los jolgorios se distinguen por las estrechas relaciones entre los vecinos y el calor humano entre los miembros de la comunidad, quienes, además, son los encargados de todos los preparativos hasta el día de la presentación.
Actualmente forman parte del patrimonio cultural que se han heredado de generación en generación para convertirse en un símbolo único de la identidad y memoria histórica de la localidad pesquera.
Consideradas las fiestas tradicionales y populares más antiguas de Cuba, esta noche Punta Alegre se vistió de gala y exhibió con espectacularidad, colorido y elegancia sus dos carrozas, para una vez más acaparar la atención de visitantes y lugareños.
