Camagüey, 31 dic.— Los embalses de la provincia de Camagüey acumulan al cierre de este año el 69 por ciento de su capacidad total de almacenamiento de agua, cifra que representa un volumen de más de 700 millones de metros cúbicos del líquido, para enfrentar el actual periodo seco, comprendido desde noviembre hasta abril.
Esa reserva de agua contribuye a la sostenibilidad del abasto a los sectores agrícolas e industriales, y a la población, la cual se beneficia con el suministro de 12 presas -de las 54 del territorio-, las cuales acumulan el 73,5 por ciento de toda su capacidad, según datos facilitados a la ACN por la Empresa de Aprovechamiento de Recursos Hidráulicos (EARH) en la demarcación.
Aunque la situación resulta favorable, se mantuvo una disminución paulatina, desde el quinto mes del año, cuando los embalses del territorio almacenaban el 92 por ciento de su volumen total, informó en su edición de octubre, el Boletín Hidrológico emitido por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Similar resultó el comportamiento de las lluvias, en el periodo húmedo, mientras casi al concluir noviembre, solo se reportó el 40 por ciento de pluviosidad en relación con la media histórica de este mes, condición que mejoró en diciembre con las precipitaciones asociadas a sistemas frontales que afectaron la región.
Especialistas del sector coinciden al afirmar que de mantenerse la tendencia al descenso de los niveles de lluvia con la consecuente disminución de los volúmenes de agua embalsada, por el consumo y la evaporación, puede sobrevenir otra etapa de intensa sequía, ante lo cual hay que mantener una estricta vigilancia sobre los recursos hídricos y su uso racional.
Según pronósticos del Instituto de Meteorología, en su sitio http://www.insmet.cu, enero es el tercer mes del período poco lluvioso en Cuba, en el cual se produce una mayor afectación de los frentes fríos en relación con los meses anteriores, lo que influye en el establecimiento de condiciones invernales con frecuencia y por lo tanto menos precipitaciones.
A su vez, refiere la publicación, es uno de los meses donde menos lluvias ocurren en el año, y en la última década han mantenido un comportamiento por debajo de lo normal en gran parte del país, aunque en menor medida hacia la región oriental. (Yaniuska Macías Rivera)
