Santiago de Cuba, 2 nov.— El primero de noviembre del 2018 se inscribe con letras de oro por la contúndete victoria de Cuba en las Naciones Unidas, al presentar el canciller Bruno Rodríguez el proyecto Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
La contundente victoria al votar a favor de la isla 189 países contra el bloqueo es un reconocimiento por vigésimo séptima ocasión a la hostilidad del imperio con una política criminal y arcaica hacia el país.
El presidente Miguel Díaz-Canel de visita en Rusia junto a la delegación que le acompaña expresó emocionado: ‘’Una vez más el mundo reconoció la causa cubana, y defendió a la isla porque sabe que es justa. En un momento como este se piensa en Fidel Castro, Raúl Castro, en el pueblo y la Revolución de Cuba, porque gracias a ellos fue posible esta victoria’’.
También reconoció a los diplomáticos cubanos, quienes significó defienden con dignidad y valentía los principios de la nación caribeña, así como los deseos de su pueblo de vivir sin bloqueo para poder desarrollarse.
Posteriormente entonaron el himno nacional que hoy caló muy hondo en los corazones de los cubanos de todas las generaciones que hace ya 60 años hemos enfrentado las consecuencias del genocidio que representa bloquear una pequeña isla imposibilitándole con ello un mayor desarrollo en todos los órdenes.
El presidente Díaz-Canel apeló al recuerdo digno de Fidel quien en las cuatro ocasiones que intervino en el plenario de las Naciones Unidas con certeza absoluta desenmascaró la esencia imperialista y defendió no solo a Cuba sino al mundo, algunas de sus frases parecen recién expresadas en ese combate Cuba Vs Bloqueo y que no debemos olvidar.
El líder histórico de la Revolución manifestó en momentos cruciales: No habrá paz mientras exista colonialismo e imperialismo. Es imposible alcanzar estabilidad a escala universal si persisten injusticias que reparar.
Han variado las formas de explotación, pero los pueblos prosiguen sufriendo.
Hasta que no desaparezca la filosofía del despojo se vivirá con la pesadilla de una guerra, incluyendo una conflagración atómica. La guerra es un negocio. Hay que desenmascarar a los que negocian con la guerra, y los que se enriquecen con la guerra. Los imperialismos son todos iguales, y son todos aliados.
Los principios de la coexistencia pacífica deben ser la piedra angular de las relaciones internacionales. Tiene que imponerse la racionalidad, equidad y justicia en el mundo. Por ello esta victoria de la diplomacia y el pueblo de Cuba contra el Bloqueo es también un homenaje a Fidel.
