Figura de la danza moderna en Cuba baila para los guantanameros

Guantánamo, 4 oct.— El experimentado bailarín Rubén Rodríguez, notable figura de la danza en Cuba, regaló a los guantanameros una función única, en el contexto de la temporada por los 25 años de la compañía Danza Fragmentada, que integra la tríada emblemática de este arte en la provincia más oriental.

Anoche en el Teatro Guaso de esta ciudad, quien fue por muchos años (1977-1990) primer bailarín de Danza Nacional de Cuba y mítico por su Michelangelo en la obra de Víctor Cuéllar, mostró su vitalidad y calidad interpretativa, a prueba del tiempo, en la coreografía Canta ruiseñor, basada en una pieza lírica teatral del genial compositor cubano Ernesto Lecuona.

Estudiantes de la Escuela Profesional de Danza de Guantánamo y la cumpleañera compañía local iniciaron el espectáculo que cerró magistralmente con la actuación de Rodríguez, ovacionado por el público y agasajado por el sector cultural por su participación en la cita, su trayectoria y contribución a la danza moderna en Cuba, y sus venideros 50 años de vida artística.

Esta semana el veterano intérprete de El cruce sobre el Niágara (1987) -pieza antológica en la historia de la danza cubana-, ha compartido en la Villa del Guaso también su sapiencia y pedagogía, en varios talleres y clases de estilo contemporáneo y ballet, a alumnos de la academia provincial de la manifestación y a bailarines profesionales en la sede de Fragmentada.

En un encuentro con directores locales de compañías y especialistas de las artes escénicas, Rubén Rodríguez se refirió a la necesidad de alentar en los jóvenes bailarines la creación coreográfica, y llamó a reavivar la escuela cubana de danza contemporánea, para preservar su distintiva riqueza expresiva, y mantener la tradición y el legado de tantos grandes maestros.

Es preciso defender la identidad de este bello arte en Cuba, que fusionó lo afro, los elementos congos, yorubas, carabalíes, y logró un sello indiscutible de fuerza y sensualidad en el movimiento, subrayó en uno de sus intercambios y rememoró los años dorados vividos junto a Danza Nacional de Cuba y luego en Europa.

A sus 61 años el experimentado artista capitalino tiene mucho que aportar, y en varias ocasiones ha expresado su interés de retribuir a la enseñanza artística cubana con la experiencia acumulada, resultado de talento, consagración y de la fortuna de haber sido discípulo de grandes como los cubanos Eduardo Rivero y Ramiro Guerra y la estadounidense Elfriede Mahler.

Tras conferencias, talleres y espectáculos, este viernes concluye la primera parte de la temporada por el cuarto de siglo de Danza Fragmentada, celebración que este año se concibió en dos etapas, y en la segunda, del 11 al 14 de octubre, coincidirá con la Jornada de la Cultura Cubana e igual contará con destacados invitados y activará funciones, espacios teóricos y homenajes. (Yaymara Villaverde Marcé)

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"No hay obra perfecta si en ella no está la presencia de la mujer", y en Santiago de Cuba, esa…
Tanta entrega de una juventud revolucionaria, dificilmente será olvidada. ¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 30 de noviembre!.…
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