Santiago de Cuba, 25 oct.— El octavo programa Un patrimonio, el mar, trasmitió este sábado desde esta ciudad una emisión especial dedicada a los 215 años del hundimiento en la batalla de Trafalgar del Santísima Trinidad, el mayor barco construido hasta entonces.
Auspiciado por Cubasub, Centro Regional de Gestión del Patrimonio Natural y Cultural Subacuático, y mediante el grupo de realización audiovisual Lía Videos, con sede en esta ciudad, el espacio comenzó por la recapitulación del espacio anterior, con la migración de la anguila y el remonte de la angula.
El doctor Vicente González, director de Cubasub, recalcó que por primera vez en Cuba se mostraron imágenes de esos peces y sus alevines, con filmaciones acuáticas nocturnas en el río El Macío, en los límites de esta provincia y la de Granma, en plena Sierra Maestra.
Como parte de la propuesta, el chef español Valero Alises, mostró otra de sus recetas marineras, vinculada a aquellos platos consumidos por las tripulaciones de los buques en distintas épocas.
También desde España, el pintor submarino y buzo profesional Alfonso Cruz, evocó al artista francés Andrés Laban, un innovador con grandes experiencias en sus faenas artísticas bajo el agua que mantuvo hasta sus 87 años, tras conquistar premios en el Festival de Cannes y el Oscar estadounidense.
Durante el próximo programa, que se trasmitirá igualmente en español e inglés por streaming y las redes sociales, serán ofrecidas imágenes de la obra del ingeniero químico recientemente fallecido, que fue figura clave en el trabajo del naturalista y explorador galo Jacques Yves Cousteau.
Antonio Quevedo, director del Museo del Castillo de la Real Fuerza, de La Habana, aludió al modelo de navío del llamado Escorial de los Mares ubicado en ese enclave, como resultado del empeño del Historiador de La Habana, Eusebio Leal, un apasionado de los temas marineros.
Otros especialistas españoles ofrecieron pormenores acerca de la construcción del Santísima Trinidad en el Real Arsenal de La Habana y de los mil 160 hombres que integraban la tripulación cuando tomó parte en la Batalla de Trafalgar, donde finalizó su larga historia de buque descomunal.