Santiago de Cuba, 15 ene.— La construcción de viviendas es uno de los objetivos priorizados del trabajo en el municipio santiaguero de Contramaestre en este año. De esta manera se responde al llamado del presidente de la república a no perder tiempo en esta actividad para poder implementar la Política de la Vivienda que se ha trazado la revolución.
Al cierre de dos mil diecinueve en el territorio se trabajaba en la terminación de unos 450 módulos habitacionales, de los cuales el sesenta por ciento se ejecutaba en el Consejo Popular de Laguna Blanca. Ello responde a una estrategia de darle prioridad a ese polo productivo, el más importante de la provincia de Santiago de Cuba.
El movimiento constructivo en Contramaestre alcanza también aquellos sitios en los que la actividad es más urgente, tal es el caso del caserío de Tinajones en el Consejo Maffo-Moscú. Allí se dan los toques finales a veinte domicilios en los que igual número de familias recibe este beneficio. Siete mini-industrias producen diariamente cuarenta metros de arena, además polvo de piedra, bloques y ladrillos, estos últimos con un sobre cumplimiento del 130 por ciento, finalizado diciembre.
La experiencia del pasado año en asentamientos como Ramón Gómez donde se levantaron 17 obras nuevas y el Transformador de Baire en el que se terminan trece, demuestra las capacidades de ejecución de inmuebles que este municipio santiaguero puede desarrollar. Aun cuando los resultados son insuficientes y no cubren las necesidades, es un buen punto de partida para desplegar acciones y experiencias constructivas más efectivas en dos mil veinte.
A la cuenta de lo logrado, se suman 66 células básicas y 158 viviendas por esfuerzo propio concluidas. Disfrutar de una vivienda decorosa es una aspiración justa en la que se debe poner más empeño y creatividad. A eso están convocados los constructores de Contramaestre al centro sur del oriente de Cuba.
