Caracas, 14 sep.— La investigación penal contra el opositor Juan Gu
aidó por supuestos vínculos con una banda paramilitar colombiana centra hoy el panorama político venezolano, marcado además por la defensa de la soberanía nacional ante una posible agresión procedente de Colombia.
Esta semana el Ministerio Público de Venezuela abrió una indagación contra el diputado de la Asamblea Nacional (parlamento en desacato), reconocido por Estados Unidos y sus aliados como presidente encargado del país sudamericano, por una serie de fotografías, en las cuales varios componentes de la agrupación criminal los Rastrojos, posan junto al líder de la derecha opositora.
Este grupo, conformado por disidentes de la Autodefensas Unidas de Colombia que trabajan con organizaciones del narcotráfico en la nación neogranadina y con el cartel de Sinaloa, en México, ayudó a Guaidó a trasladarse a territorio colombiano en vísperas de la falsa operación de ayuda humanitaria orquestada por la oposición venezolana en febrero de 2019, con apoyo logístico y material de Washington y Bogotá.
De acuerdo con el fiscal general Tarek William Saab, las imágenes de Guaidó junto a los líderes de los Rastrojos, Alberto Lobo (alias Brother) y John Jairo Durán (alias Menor) indican que el gobierno de Iván Duque delegó en un grupo paramilitar los arreglos para la entrada del opositor venezolano a Colombia, quien tenía prohibido la salida de Venezuela como medida preventiva a propósito de otra investigación impulsada en su contra.
En tal sentido, el jefe de Estado Nicolás Maduro expresó que en esa salida también participó Álvaro Uribe-presidente de Colombia en los períodos 2002-2006 y 2006-2010, quien ordenó a los Rastrojos encargarse de la protección de Guaidó.
En un escenario político marcado por el aumento de las tensiones en las relaciones con Colombia, Maduro rechazó las acusaciones del canciller colombiano, Carlos Holmes, ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, sobre supuestos vínculos con grupos guerrilleros en la nación neogranadina.
Al respecto, reiteró la denuncia formulada en anteriores ocasiones, sobre las pretensiones de la administración presidida por Duque de ejecutar falsos positivos para justificar un enfrentamiento armado entre ambas naciones.
Ante las amenazas de una posible agresión militar por parte del vecino país, el mandatario venezolano decretó la alerta naranja (intermedia por el grado de peligro) en la frontera binacional y ordenó el desarrollo de los ejercicios militares Soberanía y Paz, iniciados el pasado 10 de septiembre y hasta el 28 próximo, con el fin de preservar la seguridad en toda la línea limítrofe.
Como parte de las actividades realizadas durante estos ejercicios, Maduro asistió este viernes al polígono versátil Libertador, en Fuerte Tiuna (Caracas), donde radica parte de las potencialidades del cuerpo castrense para la defensa de la soberanía nacional.
Con el propósito de ratificar el derecho de la nación sudamericana a defender su soberanía, el canciller Jorge Arreaza se pronunció en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, donde aseguró que ‘la República bolivariana desea la paz y está en contra de más grupos paramilitares y guerrilla’.
En rueda de prensa reciente, el ministro de Relaciones Exteriores mostró los mapas y fotos de los lugares en Colombia donde entrenan grupos paramilitares para atacar a Venezuela, bajo el amparo del Gobierno neogranadino.
Denunció asimismo el impacto de las medidas coercitivas implementadas por Estados Unidos, con el fin de asfixiar la economía de la nación sudamericana.
‘La imposición de nuevas sanciones por parte de Washington contra Caracas busca generar las condiciones para crear una crisis humanitaria y luego justificar una agresión militar’, enfatizó Arreaza.
Con anterioridad, la cancillería venezolana emitió un comunicado en el que denunció de ‘manera categórica’ ante la comunidad internacional la decisión de un grupo de gobiernos reunidos en la Organización de Estados Americanos de invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
El Ejecutivo bolivariano rechazó la postura de esos países, ‘alineados a los intereses del gobierno supremacista de los Estados Unidos’, de recurrir a la activación de ‘un nefasto instrumento de la historia de nuestro continente’, que pretende legitimar intervenciones militares contra los pueblos de América Latina y el Caribe.
Mientras el país sudamericano llamó a los países de la región a rechazar las amenazas contra la paz y la integridad de la nación, los Estados parte del TIAR aprobaron el pasado miércoles la constitución del órgano de consulta y decidieron convocar en la segunda mitad de septiembre a una reunión de cancilleres para abordar lo que denominaron la crisis en Venezuela. (Lisbet Rodríguez Candelaria)