Las Tunas, 30 jun.— La entrega del Premio Cucalambé de Décima Escrita al camagüeyano Randoll Machado, por su obra Amagos Diurnos, distinguió edición 52 de la Jornada Cucalambeana, por tratarse de un concurso que nació en El Cornito, en las cercanías de Las Tunas, desde donde Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, se inspitó para escribir sus versos.
La originalidad y el empleo de un estilo fresco, fueron los elementos que valoró el jurado para decidirse por el ganador, oriundo del municipio camagüeyano de Guáimaro, según Odalys Leyva Rosabal, presidenta de la Filial Provincial de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en el territorio.
En el propio escenario –las ruinas de la casa donde vivió Nápoles Fajardo– se premió también a Nitza Núñez, también del municipio de Guáimaro, por ganar el concurso de glosas Canto Alrededor del Punto, cuya obra destacó por la defensa del Punto Cubano.
Los concursos garantizan la continuidad de una herencia que desde el siglo XIX se enraizó en la finca El Cornito y en Las Tunas gracias a la obra del bardo mayor, lo que se enriquecerá mañana domingo con la premiación del «Justo Vega», de improvisación.
El certamen cultural de esta fecha, que celebró los 35 años de fundado del Catauro de la Décima –el tradicional espacio para dar a conocer cada año los ganadores de ambos certámenes– estuvo matizado por representantes de la tonada como Alberto Iznaga Morejón (El Jilguerito), Mercedes Isla, los repentistas invitados Dimitry Tamayo y Luis Paz (Papillo) y los escritores Carlos Esquivel, Maritza Batista, Argel Fernández y Víctor Marrero, historiador de la ciudad de Las Tunas.
La Jornada Cucalambeana terminará este lunes primero, con una gala de homenaje a El Cucalambé por su 190 cumpleaños. (Danielle Laurencio Gómez)
