Dos Ríos, Granma, 17 abr.— Investigadores de todo el país, jóvenes estudiantes e invitados al XXIII Congreso Nacional de Historia, rindieron tributo hoy al Apóstol de la Independencia de Cuba, José Martí, en este sitio del municipio de Jiguaní, donde el prócer murió en combate, el 19 de mayo de 1895.
En representación de todos los delegados, y acompañados por pobladores, niños y adolescentes de la comunidad, Jorge Luis Aneiros, presidente en el país de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba , y Ana Sánchez Collado, directora del Centro de Estudios Martianos, colocaron una ofrenda floral en la base del obelisco que perpetúa la memoria del Maestro.
Desde ese emblemático punto de la llanura en la cual el Héroe Nacional vivió sus últimos 10 días y redactó documentos de gran trascendencia, el doctor Israel Escalona Chadez habló sobre el tratamiento que se ha dado a la obra martiana en los distintos congresos de historia realizados en la Isla.
A partir de la primera edición -dijo- esos cónclaves escudriñaron el universo del autor de «La Edad de Oro», y contribuyeron a divulgar sus condiciones como dirigente político, estratega e ideólogo revolucionario.
Como parte de la segunda jornada del evento, la visita a Jiguaní incluyó un homenaje a los académicos que en condiciones muy difíciles, bajo la tiranía de Fulgencio Batista, realizaron en 1956 la duodécima reunión de los historiadores cubanos, justamente en esa localidad perteneciente a la actual provincia de Granma.
Dedicado al Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, en ocasión de cumplirse el bicentenario de su natalicio, el XXIII Congreso Nacional de Historia reúne a estudiosos de todos los territorios del país, quienes hasta el jueves próximo protagonizarán intensos debates académicos, intervenciones comunitarias y otras actividades. (Daimara Pérez Suárez y Elizabeth Reyes Tases)