Santiago de Cuba, 19 ene.— Alguien dijo que los cambios se hacen para bien o para mal, pero cuando se trata de dar una nueva imagen, una nueva visión a una actividad productiva, solo hay que dejar que el tiempo justifique que se va por un buen camino.
Toca en especial a los directivos, cuadros, especialistas, técnicos y trabajadores en general ser los protagonistas de las transformaciones que experimenta hoy la Unidad Empresarial de Base Desmonte y construcción de Santiago de Cuba.
Aquí se ha venido trabajando de menos a más. Los cambios son inobjetables. La idea inicial de ir transformando la imagen de la unidad empresarial avanza con mucha fuerza.
Indiscutiblemente, los cambios repercuten en las condiciones de vida del hombre, ese que lleva sobre sus hombros la ejecución de los principales planes técnicos económicos.
Hoy, la Unidad Empresarial de Base Desmonte y Construcción no se parece en nada a la entidad que le dio vida hace más de dos años. El proceso de dignificación es un hecho en la UEB, pero aún falta mucho por andar. Hay conciencia de ello y no se descuidará ningún detalle para lograr el objetivo deseado.
Su objeto social tiene su razón de ser en el sector agropecuario, en beneficio de un desarrollo próspero y sostenible con la intencionalidad de contribuir a la seguridad alimentaria del país.
La nueva imagen de la entidad santiaguera destaca por contar con cuadros de alta cultura integral y colectiva laborales motivados con profesionalidad y elevado sentido de pertenencia.
Por eso no extrañó que el año 2017, primero que se le evalúa a su colectivo, superara todas las expectativas, al cerrar la etapa con resultados en ascenso en los principales indicadores que miden la eficiencia económica.
Los polos productivos “Los Reynaldo”, del municipio Songo-La Maya; “El Alambre” de San Luis, y “Laguna Blanca”, de Contramaestre, son los que acaparan los servicios especializados de la Unidad Empresarial de Base Desmonte y Construcción.
Hoy este colectivo santiaguero contagia por el entusiasmo y la entrega que asume cada uno de los 186 trabajadores que brindan su aporte al desarrollo agropecuario de la provincia Santiago de Cuba.