Santiago de Cuba, 1 dic.— Muchos son los relatos, anécdotas y enseñanzas que ha dejado para la historia de Cuba aquella acción heroica protagonizada por 82 hombres bajo el mando de Fidel en 1956 cuando salieron desde el puerto de Tuxpan México, una madrugada lluviosa de diciembre con proa a la libertad.
Ni el mal tiempo, lo precaria de aquella embarcación, pequeña para su carga, ni el futuro incierto que presagiaba el riesgo de sus vidas impidió que llegara el Granma a playas Las coloradas el 2 de diciembre, para desde entonces mantenerse navegando en el corazón de un pueblo.
La composición de los navegantes era heterogénea, en ella venían obreros y también profesionales, uno de ellos Félix Elmusa Agaisse, de profesión periodista, así lo recogen varios documentos sobre su vida. «Tras haber desempeñado el periodismo durante 17 años en los diarios El Sol, La Discusión, La Prensa, La Mañana y el noticiero radial El Progreso Cubano (que originaría la emisora Radio Progreso) donde fue jefe de Información, Elmusa se entrega de lleno a las actividades conspirativas contra el régimen de Batista».
Sus compañeros lo describen como una persona agradable y al ser uno de los de mayor edad del grupo pues contaba con 39 años, se encargaba de darles consejos y siempre un poco guiarlos desde que se organizaba la expedición en México.
El desembarco el 2 de diciembre del 56 provocó un gran impacto entre los soldados de la dictadura que superior en fuerzas y armas arremeten contra los revolucionarios que algunos agotados y maltrechos son capturados y posteriormente asesinados a mansalva, ese destino lo corrió Felito o el morito como le llamaban sus amigos.
Fue así que el 8 de diciembre Junto a Armando Mestre y otros expedicionarios es asesinado Félix Elmusa cerca de Alegría del Pío en la zona de Niquero, cuentan que en su bolsillo llevaba el carne de periodista y durante la difícil travesía del yate Granma un poco en broma había prometido hacer un reportaje cuando retornara a su natal Marianao.
Por su entrega a la causa revolucionaria en 1976 el Consejo de Estado aprueba una resolución por la cual la Unión de Periodistas de Cuba, Upec, puede otorgar a partir de ese año, la distinción Félix Elmusa, la más alta que reciben periodistas, personalidades e instituciones destacadas como una forma de rendirle homenaje.
