Ottawa, 20 dic.— El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, descartó que exista hoy una crisis diplomática con China tras el arresto de un tercer connacional en la nación asiática en menos de dos semanas.
Trudeau comentó que su gobierno toma muy en serio y cuidadosamente los arrestos de cualquier canadiense en el exterior, y sin ofrecer detalles, afirmó que el reciente caso es diferente a los otros dos.
El arresto -ahora de una mujer identificada por Sarah McIver, de la provincia de Alberta- fue confirmado la víspera por la cancillería.
Durante una conferencia de prensa por el fin de año, el gobernante consideró el hecho como algo ‘regular’, ‘una circunstancia de rutina’, a diferencia de los anteriores que son cargos criminales relacionados con la seguridad nacional.
‘Los otros arrestados (…) fueron acusados de delitos graves, problemas relacionados con la seguridad nacional, inteligencia, por lo que esos casos son más graves’, dijo.
Desde que se desató la controversia Canadá-China por el caso Huawei, Ottawa ha mantenido su alerta de viaje a ese país sin cambios; no obstante, instó a sus ciudadanos a observar un ‘alto grado de precaución’.
Trudeau puntualizó que la situación ‘es evaluada’ y reconoció a su vez en el gigante asiático a la segunda gran economía del mundo, con la que Canadá tiene interés en desarrollar nexos comerciales que deriven en beneficio mutuo.
Mientras, medios locales señalan que Ottawa ha enfrentado críticas de Beijing desde que Meng Wanzhou, una alta ejecutiva de la compañía de telecomunicaciones Huawei, fue arrestada en Vancouver a principios de este mes.
Hija del fundador de esa empresa, Meng fue detenida a petición de los Estados Unidos, acusada de un presunto fraude que tendría vínculos con violaciones de las sanciones de Washington contra Irán.
Actualmente la vicepresidenta de la junta y directora financiera de Huawei se encuentra aquí en libertad bajo fianza en espera de un procedimiento de extradición.
Poco después del incidente con Meng, China anunció la puesta bajo custodia de dos canadienses por motivos de seguridad nacional: Michael Kovrig, un exdiplomático, y Michael Spavor, un hombre de negocios.
Sobre este asunto, cuando los periodistas le preguntaron a Trudeau si debía solicitar la liberación de los reos, respondió que en los últimos tres años como primer ministro aprendió, al estar involucrado en casos consulares con ‘una cantidad modesta de éxito’, es que cada caso es diferente y requiere un enfoque único.
