Washington, 14 nov.— El secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, viajará hoy a una zona fronteriza de su país y México para conocer la situación de las tropas desplegadas allí que pretenden evitar la entrada de inmigrantes indocumentados.
Según el Pentágono, el titular irá al estado de Texas, donde se encuentra la mitad de los cinco mil 600 militares ubicados también en California (mil 300) y Arizona (mil 500) como apoyo al Departamento de Seguridad Nacional.
Reportes de prensa divulgaron que soldados estadounidenses reforzaron ayer pasos limítrofes con la ciudad mexicana de Tijuana, al sur de California, mientras que más de 400 inmigrantes de una de varias caravanas procedentes de Centroamérica llegaron a la línea divisoria en Sonora, próximo a Arizona.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó en un comunicado que ‘el personal del Departamento de Defensa está instalando alambre de púas y colocando barreras de seguridad, barricadas y cercas’.
Hace cinco días, el presidente norteamericano, Donald Trump, firmó una orden destinada a prohibir a los inmigrantes que ingresen ilegalmente a su país para realizar solicitudes de asilo, una decisión que enfrentará desafíos en tribunales.
Antes, el pasado 31 de octubre, el gobernante amenazó con enviar hasta 15 mil soldados a la frontera sur después de que el Pentágono anunció que había notificado para ese objetivo a siete mil. Por su parte, la publicación castrense Star and Stripes, reportó entonces que el Comando Norte confirmó que se podrían agregar más tropas a los cinco mil 239 designados en un principio.
Casi 40 unidades fueron convocadas para el movimiento y en la relación están incluidos ingenieros de combate, aviadores de la Tercera División de Infantería, miembros de fuertes de Texas, Carolina del Norte y Kansas, y personal médico y de logística, amplió la fuente.
Tal operación, denominada Patriota Fiel, un nombre que se desechó hace poco, fue descrita por el jefe del Comando Norte, Terrence O’Shaughnessy, como un esfuerzo para ayudar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza a endurecer las defensas en los puntos legales de acceso y los sitios cercanos.
Como parte de este contexto, informaciones periodísticas expusieron que los militares tendrán limitadas sus acciones por una ley federal.
Esa norma, apuntaron, impide al Ejército realizar labores policiales en territorio norteamericano, por lo cual los uniformados no podrán participar directamente en operaciones contra las caravanas de personas que buscan llegar a Estados Unidos.
Brindar apoyo aéreo para misiones fronterizas, instalar barreras de concreto, y reparar y dar mantenimiento a vehículos constituyen algunas de las tareas permitidas a los soldados.
