Brasilia, 6 nov.— La Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD) critica hoy la decisión del magistrado Sérgio Moro, quien condenó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, de aceptar el cargo de ministro de Justicia en el próximo gobierno.
‘Un juez deja de ser independiente cuando cede a presiones derivadas de otros poderes del Estado, de las partes o, más grave, a intereses ajenos al estricto análisis del proceso, dejando no solo a las partes, sino también a toda la sociedad sin el resguardo de los criterios de justicia y el debido proceso legal’, indica una nota de la ABJD, publicada en la Rede Brasil Atual.
Durante una reunión el jueves en Río de Janeiro, en casa del presidente electo Jair Bolsonaro, se confirmó la propuesta de Moro para el puesto de ministro.
En la ocasión, el letrado afirmó que aceptó la invitación con la ‘perspectiva de implementar una fuerte agenda anticorrupción y anticrimen organizado’.
Según la ABJD, ‘Moro no podría, de acuerdo con las normas democráticas vigentes, practicar cualquier acto de implicación política con el gobierno electo o con cualquier otro mientras fuera juez’.
Al hacerlo, puntualiza la agrupación de juristas, ‘viola frontal y acentuadamente las normas que estructuran la actuación de la magistratura’.
Para la ABJD, el comportamiento de Moro, ‘percibido con claridad hasta por la prensa internacional al informar sobre un juicio sin pruebas y la prisión política de Lula, fue la de un juez acusador, persiguiendo a un reo específico en tiempo récord y sin respetar el amplio derecho de defensa y la presunción de inocencia garantizada en la Constitución’.
A raíz de la reprochada aceptación del juez, abogados de la defensa del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) decidieron adoptar medidas para garantizar el derecho del exmandatario a un juicio justo, imparcial e independiente.
Lula fue encarcelado en abril tras ser condenado sin pruebas a 12 años y un mes de prisión por supuesta corrupción.
En el momento de su arresto, e incluso en prisión, el otrora líder obrero encabezaba todas las encuestas con vistas a las elecciones presidenciales de octubre, ganadas por el ultraderechista Bolsonaro.
