La Habana, 28 sep.— Como un fruto genuino de la Revolución calificó el Ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau, al Sistema de Casas de Cultura, en una visita de trabajo que realizara a dos instituciones emblemáticas de esa área en los capitalinos municipios de Cotorro y Arroyo Naranjo.
Para Alonso Grau, el programa de Casas de Cultura es quizá el que mejor expresa la vocación democratizadora del gran programa de la Revolución Cubana y descansa fundamentalmente en el trabajo de los instructores de arte.
Según el ministro, la génesis de este programa se remonta al año 1961, en las propias Palabras a los intelectuales de Fidel, desde las cuales ya hablaba de la necesidad de formar instructores y de llevar el arte a las comunidades.
Durante el recorrido, que tuvo por objetivo constatar la labor que realizan estas dos casas municipales, referentes en el trabajo cultural de sus territorios y de conocer el desempeño de los instructores de arte en la base, se pudo apreciar que han sido sometidas a una intensa y reciente remodelación.
Al respecto, el presidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC), Diango González, explicó que desde los gobiernos locales se ha elaborado un plan de reparación para la red de 343 Casas de Cultura con que cuenta el país, a partir del cual ya se han revitalizado un total de 77 instituciones en los últimos tres años.
El funcionario explicó que dentro de las prioridades del Ministerio de Cultura (MINCULT) y el CNCC, está el seguimiento de la reparación de los inmuebles que todavía no se han incorporado a este plan, financiado por el propio fondo territorial.
En la visita, González enfatizó en la dotación a estas instituciones revitalizadas, de instrumentos musicales y equipos de audio, a partir del plan de importaciones del MINCULT, tarea que se ve obstaculizada en ocasiones por el azote del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
El ministro se interesó en los proyectos artísticos desarrollados en cada una de las instituciones visitadas, en la atención que ofrecen a diferentes sectores poblacionales, desde la infancia a la tercera edad, y en la labor que en ellas realizan los integrantes de la Brigada de Instructores de Arte José Martí.
Asimismo, se proyectó a favor de la recuperación del movimiento de aficionados en todo el país, empeño en el que consideró a las casas de cultura como entes fundamentales, así como también en la preservación del patrimonio cultural inmaterial de la nación. (Saylín Hernández Torres)
