Santiago de Cuba, 19 sep.— La Escuela Taller Ugo Luisi, perteneciente a la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), en este curso lectivo abrió la especialidad de pintura de obras. Por un período de dos años, 100 nuevos estudiantes vinculan estudio y trabajo en aras de su formación integral en este y otros oficios.
Osvaldo Pérez Bell, director del prestigioso centro asegura que un claustro de sólo 17 docentes es capaz de llevar a buen término la preparación de los jóvenes.
“Si algo caracteriza a esta escuela es que los mismos profesores que imparten clases, están en el taller y se desempeñan como jefes de obras cuando el centro asume un trabajo orientado por la OCC o el gobierno en el territorio. Creo que ahí radica nuestra fortaleza”, enfatizó el directivo.
En diálogo con una representación de los pedagogos, conocimos que este sistema de enseñanza, que vincula teoría y práctica, les permite a los aprendices dominar el uso de los medios de protección y las habilidades rectoras de cada especialidad, en el primer trimestre del curso.
Por ejemplo, en carpintería, trazar, medir y cortar son las primeras lecciones, mientras que albañilería dirige su mirada hacia la colocación de ladrillos, pisos y revestimientos.
Materias como tipología de la arquitectura local y nacional, patrimonio, restauración, conservación y decoración amplían los conocimientos de los noveles, al tiempo que conocen el estilo colonial de la ciudad que los abriga y fue fundada hace 503 años.
Actualmente, con disciplina y responsabilidad, la escuela hace suyo el inmueble de la otrora farmacia Bottino, una de las obras comprometidas en Santiago de Cuba por el aniversario 60 del triunfo de la Revolución.